Sobre el artista

Barbara Broekman estudió en la Academia Rietveld desde 1978 hasta 1982, inicialmente en el Departamento de Moda y luego en el curso de Textiles Monumentales. Sus maestros más influyentes fueron Margot Rolf y Herman Scholten. Margot Rolf es alguien que tiene los pies firmemente plantados en el enfoque de diseño racionalista de la Bauhaus. En este método la belleza no es un añadido decorativo, sino que se guía por una estética basada en la elección de materiales y técnicas. El patrón de una tela se anima por la alternancia en el color y la textura de los hilos, sin que esto invada la estructura de la urdimbre y la trama. Van Rolf le enseñó a Barbara Broekman a diseñar de forma estructurada y analítica. Herman Scholten tiene fuertes afinidades con el arte conceptual y el minimalismo del movimiento holandés Nul. Inculcó a Barbara Broekman con un enfoque formal y objetivo del diseño. Ambas influencias fueron decisivas para su acercamiento al arte. Si bien su estilo se ha desarrollado en otra dirección, su enfoque formal de la imagen y su exploración analítica de la composición pueden remitirse a su período en el Rietveld. En sus primeros diseños aún se puede discernir el legado formal de la Bauhaus. Se puede ver en un trabajo que realizó en sus años en la escuela de arte y que aún realiza a mano, un bordado de 1981. Tiras de color se atraviesan y se superponen, manteniendo la estructura organizada del textil. En esta etapa inicial de su trabajo, Broekman investigó todas las posibilidades de este método de trabajo estructural. Si bien todavía estaba absorta en estas variaciones formales de estructura, su curiosidad ya buscaba un enfoque más libre y nuevos estímulos, que encontró en Estados Unidos. Para su año de aprendizaje en Rietveld, Broekman buscó un puesto en Nueva York o San Francisco, que en ese momento eran líderes mundiales en cursos textiles. San Francisco se la llevó. En 1980-81 Broekman estudió durante un año en el California College of the Arts en Berkeley. Su conferenciante principal fue la artista Lia Cook. A través de ella, Broekman entró en contacto con el enfoque libre de tradiciones culturales e históricas divergentes que ella se ha apropiado y asimilado con facilidad en su propio trabajo. Además, la distinción jerárquica entre las artes libres y las artes aplicadas (o más bien, la noción de arte dividida en categorías según los materiales y la técnica) no fue un problema aquí. En resumen, era una mentalidad muy relacionada con el movimiento posmodernista emergente en Europa y fue un alivio para Broekman con su personalidad creativa sensible e intuitiva poder extraer de ambas fuentes a voluntad. Además de Cook, la artista estadounidense Sheila Hicks fue una importante fuente de inspiración en esos años. Broekman: “Con los enormes tamaños de sus obras, Hicks liberó a los textiles de su contexto. Rescató la disciplina del ámbito femenino y de su normalidad cotidiana ''. También se sintió atraída por la actitud empresarial de Hicks y su estudio con una gran cantidad de personas que trabajaban para ella. El trabajo de Broekman se expandió, en parte bajo la influencia de los estímulos estadounidenses, hacia composiciones cada vez más complicadas y formatos más grandes en los que también buscaba una calidad estratificada tridimensional. Comenzó a incluir elementos visuales de la historia del arte y de otras culturas y comenzó a trabajar con imágenes fotográficas. El método de trabajo ordenado que le habían inculcado en Ámsterdam se convirtió en una técnica fundamental, un método.
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