Sobre el artista

Else Ringnalda se inspira en la pregunta de cómo es el mundo ideal. Un mundo en el que las personas se tratan entre sí y a la naturaleza con respeto. En 1938, el historiador cultural Johan Huizinga describió el Homo Ludens, el hombre que juega. Entre 1956 y 1974, Constant creó los modelos de la Nueva Babilonia en la que vive el Homo Ludens. Else Ringnalda hace esculturas de Homo Ludens. Ve sus esculturas como extras en una utopía. Estos Homo Ludens son personas que descubren y desarrollan sus talentos. Ofrecen espacio y admiran las diferencias del otro. Algunas esculturas se balancean, otras flotan en el agua, moviéndose bajo la influencia del viento y la corriente. Esto da la impresión de crear un teatro sobre el agua en el que se puede ver una escena diferente cada vez. Para subrayar la igualdad entre las personas, Ringnalda realiza esculturas andróginas. Su forma se crea tras manipular la realidad, por ejemplo, alargando las extremidades o ensanchando los hombros y omitiendo detalles. Las figuras son introvertidas, sin sugerencia de movimiento ni expresión inequívoca. Parecen absortos en su juego.

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