Monique Muylaert raya dibujos en el plato de arcilla húmeda. Gracias al tipo de arcilla muy fina, puede trabajar con mucha precisión, pero lo que es más importante, debido a la plasticidad del material, también puede expandirse en tridimensionalidad. Ya en sus primeros relieves hizo uso de líneas onduladas, en las que a menudo dejaba estampados vagos con piezas de encaje. Gradualmente, estas diferencias de nivel cuidadosamente aplicadas evolucionaron hacia construcciones de porcelana casi transparente que parecen flotar sobre el relieve. En trabajos recientes, coloca delgadas varillas de porcelana entrecruzadas entre sí. Estas rejillas de porcelana forman entonces lo invariable, el punto de partida desde el que se desarrolla la vida, libre de normas y deberes. El caos reina alrededor de la cuadrícula ajustada. Son escenas contrastantes en las que se busca un equilibrio entre lo compulsivo y lo impulsivo. A menudo, varios paneles se fusionan en un gran relieve aerodinámico. Este es también el caso de su nueva serie 'Tormade'. Es la representación de un viento arremolinado. Líneas onduladas a través de un paisaje frágil, a veces amenazante, otras veces acogedor, con Monique Muylaert todo gira en torno a un mundo en el que se busca el equilibrio y la tranquilidad, pero en el que el caos y el ruido también han conquistado un lugar.
