En las pinturas de Heidi von Faber, artista afincada en La Haya, la luz juega un papel fundamental, a menudo contrastando con un fondo oscuro. Sus obras presentan composiciones contemporáneas iluminadas de forma clásica, predominantemente desde la izquierda. La frase "jugar con la luz" describe acertadamente su técnica, ya que von Faber altera hábilmente el ambiente de sus creaciones simplemente cambiando la fuente de luz.
Von Faber se inspira en los "viejos maestros holandeses", conocidos por su magistral uso de la luz. La simplicidad de los objetos que retrata le da un toque moderno a su trabajo. Los elementos comunes en sus pinturas incluyen objetos de vidrio, con o sin contenido, frutas vibrantes, tazas de café y pan rústico. A lo largo de los años, von Faber ha demostrado versatilidad en la elección de materiales, incorporando metal (bronce, plata, oro), telas, frutas, vidrio, cerámica y plásticos.
Esta diversa gama de materiales siempre se reúne en un "todo lógico" dentro de sus pinturas. Sus naturalezas muertas exudan una atmósfera cálida y acogedora, ya sea que representen una alegre comodidad, delicias tentadoras o una profunda tranquilidad. Independientemente del tema, las obras de von Faber se caracterizan por un equilibrio armonioso.
