Fons Brasser es un artista visual que utiliza diferentes medios: dibujos, collages, esculturas y fotografía. Ya se trate de dibujos, collages, fotografías o esculturas, toda la obra de Fons Brasser se caracteriza por una obsesión científica y un sistema claramente visible.

Este sistema se refuerza trabajando en serie según un orden lógico, a menudo repartido a lo largo de años. En su investigación sobre superficies, formas, espacios y tamaños, Brasser intenta hacer que las estructuras formales que mantienen una relación legal entre sí sean visualmente reconocibles en imágenes claras.

El campo de trabajo que Brasser se ha definido se limita a las figuras elementales y geométricas, con una clara preferencia por el cuadrado. Por ejemplo, trabajó durante años en una serie de pentágonos dibujados.

Trazó una línea diagonal desde el centro de un lado hasta una esquina. Esta línea se utilizó nuevamente como lado de un nuevo cuadrado. Los relieves y esculturas de Brasser son, por así decirlo, acumulaciones de estas formas dibujadas. La perspectiva juega un papel importante al ver las esculturas. Un cambio mínimo en la línea de visión del espectador produce una imagen completamente nueva. La fotografía de Brasser ha evolucionado desde una estricta fotografía documental hasta una forma de fotografía más estética, en la que la apariencia del sujeto y la calidad visual de la imagen requieren atención.

La obra de Fons Brasser ocupa un lugar único y algo aislado dentro de la fotografía holandesa contemporánea. Como un investigador científico, Brasser se centra en un tema.

El tema casi siempre se relaciona con la historia de las instalaciones arquitectónicas. A partir de 1988, Brasser se centró en fotografiar los interiores de las torres de agua holandesas. La serie de fotografías resultantes puede considerarse como una búsqueda de similitudes y diferencias en la construcción.