Sobre el artista
Ser capaz de ser creativo parece ser la principal motivación de la sudafricana Samantha 'Sam' Brown. Su vida es un viaje a través de varias disciplinas del arte, un viaje en el que sin esfuerzo cruza fronteras y abre nuevos caminos.
De niña pudo usar esa creatividad en el baile, más tarde comenzó a adentrarse en el mundo del teatro. Esto resultó en un estudio de 'Tecnologías Teatrales', en el que su enfoque principal fue el diseño de escenarios y el maquillaje. Sus primeras actividades fueron, por tanto, en el mundo del teatro y el cine, donde ejerció como estilista y maquilladora, además de pintora escenográfica.
Pero pincel de maquillaje o pincel, mientras la creatividad esté involucrada, a Sam Brown no le importa. Ya realizó sus primeras obras de arte durante su paso por el teatro y el cine. Ha sido artista a tiempo completo desde 1998. Esto comenzó con murales y la copia de obras maestras existentes, pero pronto adquirió un carácter más amplio. Porque ¿por qué limitarte, por qué imponerte límites?
La creatividad es desenfrenada y Sam Brown se guía por ella. Su trabajo puede ser tanto figurativo como abstracto, trabaja con la misma pasión un cuadro que una pieza de interior, colabora con interioristas y arquitectos y puede contar entre su clientela tanto a particulares como a empresas e instituciones. Ella misma dice lo siguiente al respecto: “Mi recorrido como artista pasa, entre otras cosas, desde pintar obras de arte para hoteles, por ejemplo, hasta pintar helicópteros y coches en platós de cine”.
La pretensión es extraña para Sam Brown, se trata de la belleza, la estética. Su obra se vende en todo el mundo, desde Nueva York hasta Sidney, desde España hasta Inglaterra.
