Sjaak Smetsers
TEGELEN, The Netherlands
Sobre el artista independiente
Las esculturas realizadas por Sjaak parecen criaturas de la imaginación en las que se ha unido el aspecto humano con rasgos animales. Fantasía y humor, transparentes y salpicados de color. Lejos de la realidad y no influido por los temas del día.
Parecen visiones de un sueño. Sin embargo, la intención de las dobles caras en sus esculturas es otra. Tan visiblemente manifiestos como son los dos rostros, tan fácil sería, debido a su belleza exterior, pasar por alto su importancia ética y su significado.
En sus esculturas, Sjaak expone la tensión de los fundamentos morales de la existencia humana con una transparencia casi insuperable. Dos caras en una cabeza. Cuatro ojos. Bien y mal. Como una salsa fuertemente condimentada sobre comida de excelente sabor. Diabólico y divino.
Cualquiera que posea un Sjaak Smetsers, posee ambos. Ese es el poder de expresión de su obra. Emana tanto de sus esculturas como de su poesía. Esta energía impregna su trabajo como una arteria palpitante. Nos deja muy claro que va mucho más allá de la eterna diferencia entre los dos. De hecho, incluso alivia la tensión entre el vidrio y el metal, convirtiendo dos materiales en uno.
El espectador atento de sus esculturas y el lector atento de su poesía comprenderán que no pierde de vista la armonía y la oposición. Que reúne la moderación y la libertad sin perder el contacto con el mundo que lo rodea. Es su forma de vivir. Es su forma de ser. Es cómo trata a la gente, cómo me trata a mí. Tal vez por eso lo amo tanto. Quizá sea eso lo que constituye el atractivo de sus esculturas.
Sea como fuere, su tema es universal. Todos se despegan de la vida esperando llegar a la esencia. Sjaak lo hace a su manera. Tiene una actitud ante la vida en la que puede haber risas y en la que se pueden derramar lágrimas. Pela hasta llegar al meollo del asunto e intenta captar y experimentar la existencia desde ese punto. Él necesita su arte para lograr esto. Él tiene que crear en la búsqueda de esto.
Podemos reconocerlo, tanto en su arte como en su poesía. Lo hace “con los pies bien puestos en la tierra”, como sus esculturas, que están bien asentadas y salen al mundo con dos pies firmes. Y ese mundo es vasto.
Lianne Smetsers-Sampers