El trabajo de Minato, caracterizado por unas pocas marcas, líneas o formas simples, involucra superficies extendidas y el espacio circundante. El formato único de superficies al mismo tiempo divididas y continuas se asemeja a las páginas de sus cuadernos de bocetos, en los que registra sus impresiones de las culturas indígenas y las civilizaciones antiguas; es decir, galo, galo-romano, etc. La propia educación estética de Minato proviene de diversos orígenes. Las pinceladas gestuales pero moderadas se remontan a su estudio de la pintura tradicional japonesa. Se caracteriza por la aplicación de una línea fluida y sensual trazada sobre una superficie dejada intencionalmente en blanco. El medio acrílico y la forma abstracta dominante de su trabajo son el resultado de su formación como artista contemporánea. Estas obras desafían la descripción como pintura o dibujo, occidental u oriental, objeto o entorno.
