La obra visual de Herman Coppus puede verse mejor a la luz de los movimientos modernos tradicionalistas del siglo pasado, el constructivismo y la abstracción geométrica.

Esas son las fuentes de inspiración. Ha logrado desarrollar su propio lenguaje visual con una marcada atención al color, el ritmo y los efectos de luz.

A Herman Coppus siempre le ha gustado, y todavía le gusta, experimentar con una gama muy diversa de materiales, desde papel hasta plástico. Además, no se limita sólo a objetos para el interior, sino que no duda en realizar también estructuras monumentales para el exterior.

Todo esto con una atención pronunciada, casi perfeccionista, al aspecto de implementación del cuidado del oficio.