El aislamiento, la intimidad y el dualismo son temas recurrentes en la obra visual de Anjeliek Blaauw. A lo largo de los años, su lenguaje formal cambió y experimentó con varios materiales. El trabajo anterior es limpio, geométrico, de forma arquitectónica. Gradualmente, las formas geométricas se vuelven más flexibles, el trabajo se vuelve más orgánico, parecido al paisaje. En estos días, combina su trabajo tridimensional con pinturas sobre láminas transparentes de metacrilato. Pinta las sábanas por ambos lados; a través de su técnica de pintura transparente, emerge un mundo difuso. Las capas claras a menudo ocultan una profundidad. Dualismo, pesadez y ligereza. Los materiales ligeros también son prominentes en su reciente trabajo tridimensional. Combina resina sintética con pintura; al igual que sus pinturas, sus esculturas tienen una misteriosa superposición: el espectador es atraído hacia adentro. Existe una tensión entre apertura y cierre, introvertido o dirigido hacia afuera.
