Sara de Swart fue una artista holandesa, patrona y figura importante en el mundo del arte de Arnhem. Sara fue educada en casa la mayor parte de su vida y le enseñaron literatura, idiomas, arte y música. Era hija del artista Corstianus Hendrikus de Swart, lo que la llevó a postularse en la Academia de Artes Aplicadas de Ámsterdam en 1887, donde Lambertus Zijl le enseñó a esculpir. De Swart fue a París para recibir la tutoría de Auguste Rodin poco después. En París, conoció a Vincent van Gogh y Olillon Redon. De regreso a Ámsterdam, pronto se convirtió en una figura importante en la escena artística y la vida nocturna de Ámsterdam, utilizando el dinero que heredó de su madre para apoyar a los artistas y su arte en Ámsterdam, lo que la llevó a entablar estrechas relaciones con pintores como Breitner, Veth, Willem Kloos, Alphons Diepenbrock y Willem Witsen (Muze der Tachtigers). Ella los apoyó comprando su arte, apoyándolos económicamente de otras formas. Surge la idea de que ser una patrona era igualmente importante para ella como artista. De Swart se mostró franco acerca de que ella era lesbiana para frustración de sus adoradores. Organizó una exposición con las obras de Odilon Redon en 1894 junto con Jan Veth. En 1894, Sara de Swart y su novia se mudaron a un apartamento en Amsterdam en el Oosterpark, más tarde llamado la casa "Willem Witsen". Este se convirtió en un centro para artistas durante ese período. Sus vecinos de la planta baja eran respectivamente el pintor Isaac Israëls y la feminista Annette Versluys-Poelman. Entre 1898 y 1914, Sara de Swart y su compañera Emilie van Kerckhoff se mudaron a la villa De Hoeve en Laren. Recibieron visitas de importantes figuras del mundo del arte como Emile Bernard, Gustav Mahler y Lodewijk van Deyssel. Se sabe que Sara de Swart tenía una gran colección de arte, que contenía obras de Jan Toorop, Breitner, Rodin y Redon. Emilie y Sara viajaban a menudo a países como Japón, India, Egipto e Indonesia. Cuando se quedó sin dinero en 1914, Sara vendió su casa y se mudó a Capri, Italia. Debería quedarse allí por el resto de su vida. Si bien pocas de las obras de Sara de Swart existen hasta el día de hoy, sus obras se pueden ver en museos como el Museo de Arte Moderno de Arnhem y el Museo Kroller-Müller en Otterlo.
